Diabetes

Información escrita por: Ernesto Miguel Barrientos Juarez

Diabetes

La diabetes es una enfermedad crónica que se origina porque el páncreas no sintetiza la cantidad de insulina que el cuerpo humano necesita, la elabora de una calidad inferior o no es capaz de utilizarla con eficacia.

La insulina es una hormona producida por el páncreas. Su principal función es el mantenimiento de los valores adecuados de glucosa en sangre. Permite que la glucosa entre en el organismo y sea transportada al interior de las células, en donde se transforma en energía para que funcionen los músculos y los tejidos. Además, ayuda a que las células almacenen la glucosa hasta que su utilización sea necesaria. 

En las personas con diabetes hay un exceso de glucosa en sangre (hiperglucemia), ya que no se distribuye de la forma adecuada.



Diabetes tipo I

Aparece generalmente en niños, aunque también puede iniciarse en adolescentse y adultos. Suele presentarse de forma brusca y muchas veces independientemente de que existan antecedentes familiares.

 Se produce una destrucción de las células que producen la insulina en el páncreas (las células beta) por autoanticuerpos. "Es decir, el organismo ataca a sus propias células como si fueran extrañas (como ocurre en la enfermedad celíaca, y en otras enfermedades autoinmunes)" . El mecanismo inicial que induce la aparición de estos anticuerpos no está totalmente identificado y es muy complejo. Se investiga si el origen está, "una predisposición genética que, debido a diferentes factores ambientales, produce esa respuesta autoinmune que destruye esas células".



Diabetes tipo II

Surge en la edad adulta, su incidencia aumenta en personas de edad avanzada y es unas diez veces más frecuente que el tipo 1. En ella se produce una disminución de la acción de la insulina, de forma que, aunque haya mucha, no puede actuar. Se indica que se da "un componente mixto: por un lado, hay menor insulina en el páncreas y, por otro, esta insulina funciona peor en los tejidos (la denominada resistencia a la insulina)".

"Su principal causa es la obesidad porque el tejido graso produce determinadas sustancias que disminuyen la sensibilidad de los receptores de la insulina" .Puesto que la obesidad ha crecido de forma muy significativa en España, también lo ha hecho este tipo de diabetes.


Sintomas

Entre los posibles síntomas de una elevación de la glucosa se encuentran los siguientes: 

  • Mucha sed (polidipsia). 
  • Sensación de mucha hambre (polifagia) 
  • Necesidad de orinar continuamente, incluso de noche (poliuria). 
  • Pérdida de peso, a pesar de comer mucho. 
  • Cansancio. 
  • Visión borrosa. 
  • Hormigueo o entumecimiento de manos y pies. 
  • Infecciones fúngicas en la piel recurrentes. 

Si la glucosa sube despacio, de forma progresiva (en general, en la diabetes tipo 2), pueden pasar años hasta que comiencen los síntomas, y por ello la enfermedad puede pasar inadvertida.


Diagnósticos

El diagnóstico de la diabetes se realiza midiendo los niveles de glucosa en la sangre. Se trata de pruebas que puede realizar el médico de atención primaria. 

  • Glucemia basal (en ayunas) mayor de 126 mg/dl 
  • Hemoglobina glucosilada mayor de 6,5 por ciento 
  • Curva de glucemia con 75 g de glucosa mayor de 200 mg/ dl 
  • Glucemia al azar (en cualquier momento del día) mayor de 200 mg/dl con síntomas típicos 

Todos ellos deben ser confirmados en una segunda ocasión menos el último, que se ratifica por los síntomas.


Tratamientos

El tratamiento de la diabetes se basa en tres pilares: dieta, ejercicio físico y medicación. Tiene como objetivo mantener los niveles de glucosa en sangre dentro de la normalidad para minimizar el riesgo de complicaciones asociadas a la enfermedad. 


La insulina es el único tratamiento para la diabetes tipo 1. hoy en día solo puede administrarse inyectada, ya sea con plumas de insulina o con sistemas de infusión continua (bombas de insulina). "Es preciso ajustar la administración de insulina a lo que la persona come, la actividad que realiza y sus cifras de glucosa, por lo que el paciente debe medirse la glucosa de forma frecuente, mediante el uso de glucómetros (pinchándose los dedos) o con sensores de glucosa interticial (alguno ya está financiado en varias comunidades autónomas), de forma más sencilla y menos dolorosa" La diabetes tipo 2 tiene un abanico terapéutico más amplio. 


En este caso, a diferencia de los pacientes con diabetes tipo 1, no siempre va a ser precisa la administración insulina. Adoptando un estilo de vida saludable y perdiendo peso, los niveles de glucosa pueden normalizarse.





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